jueves, 16 de julio de 2020

¡Anímate a vivir una vida para Dios!






Cuando miramos en la Biblia la vida de aquellos hombres y mujeres que fueron usados por Dios, encontramos ciertas características similares, todos ellos vivían una vida de devoción con el Señor, eran personas de oración, comprometidas, temerosas y obedientes a las leyes de Dios. Aunque sabemos que no todos vivieron en la misma época, ni pertenecieron a la misma clase social, cultural y económica, los unía el lazo de una vida íntima con el Señor.

Nuestra relación con Dios debe ser un deleite continuo, pero muchas veces limitamos esa relación a cosas que hacemos, y con el pasar del tiempo, dejamos que esa relación se vuelva rutinaria y aburrida. Una de las áreas en que  el enemigo más nos ataca, es en nuestra vida devocional. Por eso debemos desarrollarnos en oración, para crecer en nuestra dependencia y conocimiento de Dios; es muy importante tener ese tiempo de oración a cualquier hora del día, apartar ese tiempo a solas con nuestro Señor.

VIVIR una vida devocional es diferente a HACER un devocional 

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La vida devocional es el respirar del cristiano, es como la leche para un recién nacido, como el agua para el pez. 

Hacer un devocional es separar un tiempo en nuestra agenda para leer uno o varios pasajes bíblicos, extraer sus enseñanzas, principios y promesas, orar por una lista de peticiones y después continuar con las actividades del día.

Nuestro objetivo primordial debe ser las cosas del reino, deleitarnos en Dios. él espera que vivamos esa vida de devoción, para eso se requiere disciplina, diligencia, ordenar nuestra lista de prioridades. Él nos manda a orar sin cesar y a hacer de la lectura de la Biblia un deleite continuo, es decir, orar y meditar en la Palabra en todo tiempo y durante todos nuestros días, no hay vida devocional sin vida de oración.

Puede que al principio no seamos constantes, pero si sometemos nuestros deseos y voluntad a Dios y disponemos nuestro corazón para hacerlo, con el paso de los días, se convertirá en un hábito, en un deleite, el Señor irá transformando nuestra vida, e iremos ordenando nuestras prioridades, anhelando de su presencia más y más.

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, 
y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33

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martes, 14 de julio de 2020

"No hay pan duro para acompañar un café".

¿Has leído o escuchado la frase: "No hay pan duro, duro es no tener pan"? Es una frase que leí  en un libro y que también encontramos en la internet, desconozco su autor, pero me gusta estas palabras porque nos motivan a ser agradecidos por lo que tenemos, así no sea de la manera que esperábamos.

Dicha en otras palabras y tomando como ejemplo el trabajo, sería así: "No hay trabajo duro, duro es no tener trabajo"; "Mantener un hogar no es duro, duro es no tener un hogar"; y así podríamos emplear otros ejemplos para darnos cuenta de lo bendecidos que somos.

Como soy amante del café, esta frase la aplico a mi vida de la siguiente manera: "No hay pan duro para acompañar un café".

Y es que cuando se trata de tomar un café,  no me importa con qué lo esté acompañando, siempre me sabe delicioso. Aun si en ocasiones literalmente hemos tomamos el café con un trozo de pan duro, debemos estar agradecidos por todo lo que tenemos y que podemos disfrutar.

Cada día nos encontramos en la cafetería de la vida, nos sirven un café con pan y nos atrevemos a quejarnos... "Que el café está frío,  o muy caliente", "El pan está duro..." y así van transcurriendo los días, permitiendo que gestos de desagrados e inconformidades, enfríen nuestro café, endurezcan nuestro pan y nos resten felicidad; tampoco nos damos cuenta que el simple hecho de percibir aromas y sabores son motivos para estar agradecidos.

Hoy es un buen día para apreciar la vida, valorar el trabajo, la familia, los amigos y dar gracias a Dios, como dice nuestro manual  de vida... "Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús". (1 Tesalonicenses 5:18).

Hoy también es un buen día para comenzar a disfrutar cada taza de café,  así sea con un trozo de pan duro, porque... "No hay pan duro para acompañar un café".

Nuestra felicidad no depende de algo o de alguien, o de si el café está frío o el pan está duro, sino de Dios que nos da todas las cosas para que las disfrutemos con agradecimiento  y con una deliciosa taza de café. 

Gracias por acompañarme a tomar un Café Caliente para el Alma. 

¡En el día que temo, tomo café y confío!


Un Café en tiempos de Pandemia...

Llevamos más de cien días en confinamiento preventivo obligatorio, unos días se nos permite salir más que otros, pero todos llenos de temores e incertidumbres, ya no sabemos qué es cierto y que no, o qué cosas peores pueden acontecer. Lo más importante es estar conscientes que este virus es real y seguir tomando medidas para cuidarnos a nosotros mismos, a nuestras familias y a aquellas personas a nuestro alrededor, no sólo de este virus, sino de todos los demás que existen, que afectan la salud de nuestro cuerpo y que sólo hasta ahora le prestamos un poco más de atención y cuidado.

Cada día nos levantamos, tomamos una taza de café, escuchamos noticias, la mayoría no tan alentadoras y nos atemorizamos, porque todavía no vemos un indicio de cuándo podremos volver a "la normalidad" en la que vivíamos; y lo cierto es que ya nada podrá ser como antes, esperamos que después de esta pandemia, el mundo y nuestras vidas sean mejores, sí, aportemos nuestro granito de fe y de esfuerzo para que así sea.

Asimismo, hay otros virus que afectan directamente nuestra alma, uno de ellos es el MIEDO. Según el diccionario de la RAE, el miedo es: "angustia por un riesgo o daño real o imaginario", otra definición es: "recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea".

¿Sabes tú cuáles son tus miedos? 

¿Qué piensas hacer con ellos, enfrentarlos o seguir viviendo atemorizado? 

La única manera de vencerlos es confrontarlos directamente; una vez que ya sabemos cuáles son esos miedos, debemos apoderarnos de las promesas de Dios para vencerlos. Algunas personas creen que en la Biblia se encuentra escrita la palabra "No temas" 365, como un recordatorio diario que no debemos temer a nada; yo no puedo asegurarles si es cierto o no, lo esencial aquí es que con una sola vez que el Señor nos diga: "No temas" y le creamos, podría ser suficiente para calmar nuestra agitada alma que algo contrario a lo que deseamos nos suceda,  En Isaías 41:10 encontramos una  de esas promesas: 

"Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. 
Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa". (NTV).

Lo que nos debe llenar de satisfacción es saber que tenemos un Dios que está al control de todo, sólo él sabe por qué permite todo este caos, en el mundo tendremos aflicciones, llámese enfermedad, necesidad económica o cualquier otra dificultad, pero que confiemos en Aquel que venció el mundo: Jesucristo, Él nos sostendrá y nos fortalecerá.

Tengamos claro también que a los que amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien, dice la Biblia en Romanos 8:28; y es a través de estas pruebas y dificultades que estamos pasando hoy día, que somos fortalecidos en nuestra fe y en cada área que lo necesitábamos. Así como el oro necesita pasar por un proceso para ser refinado, esta pandemia es nuestro proceso para resplandecer en un mundo lleno de confusión y maldad.

Ya casi termino de tomar mi café, amigos no permitamos que tanto caos en el mundo nos llene de temor, nos desanime o nos confunda, hasta hacernos dudar de la existencia de un Dios que nos ama infinitamente, que sólo quiere nuestro bienestar y muestra de ello es que hoy pudimos abrir nuestros ojos para contemplar su grandeza y disfrutar de miles de bendiciones.

Creo que no está demás decirles que sigamos cuidándonos, no bajemos la guardia, que si nos vamos a contagiar, que sea de entusiasmo, de solidaridad, de empatía, de fe y de amor hacia Dios, hacia nosotros mismos y hacia nuestros semejantes.

¡Gracias por acompañarme a tomar una tacita de