lunes, 9 de marzo de 2015

¿Te sientes Indeciso?

 Mientras tomamos un café, hablemos de la indecisión…


Tomar decisiones implica tomar riesgos, lo cual es muy importante para nuestro crecimiento personal y espiritual, porque cada logro, grande o pequeño, comienza con una decisión.

Cuando tomes una decisión no dejes que el miedo te paralice, no te preocupes por los resultados; si resulta bien… Maravilloso! Si resulta mal… está bien, recuerda que no somos perfectos y muchas veces necesitamos equivocarnos para aprender. Sin errores no hay avance ni aprendizaje. Lo que importa más que la decisión en sí, son las circunstancias, cualquier decisión que tomes debes saber que obrará para bien si sabes lidiar con las consecuencias.

Hoy déjate guiar por el Señor, para tomar buenas decisiones que te conduzcan hacia el éxito.   Proverbios 3:5-6 /Romanos 8:28

¿Buscas salud para tu corazón?

Mientras tomamos un café, hablemos de  nuestro corazón…


La palabra de Dios nos insta que sobre todas las cosas, debemos guardar nuestro corazón con diligencia, entendiendo que en él Dios ha puesto la vida y una fuente que brote para bendición. La salud de nuestro corazón físico  depende  mucho de la salud de nuestro corazón espiritual. 

Con un corazón limpio tú puedes... Mover a la gente hacia otra dimensión, llevar a la gente a que cambie y puedes hacer muchas cosas poderosas en Dios.


¿Quieres agradar a Dios?


Mientras tomamos un café, hablemos de lo que a Dios le agrada…


Agradar a Dios debe ser el propósito principal en nuestra vida. Cualquier cosa que hagamos para agradarle es un acto de adoración, pero no se trata de esa adoración que expresamos con nuestros labios o manos; sino aquella que hacemos con nuestra vida, porque esa adoración externa resultaría en vano si no van unidas a un cambio y compromiso personal. 

¡La verdadera adoración es un estilo de vida! No podemos decir que nuestro corazón agrada a Dios, si nuestro estilo de vida desobedece los mandatos del Señor.
Hoy decide  transformar y renovar tu vida, para comprobar
La  buena,  agradable y perfecta voluntad de Dios.